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INVOCACIÓN

 

 

 

Rubén Cedeño
Buenos Aires, 17.6.2009


Nunca faltan ondas y noticias que inundan el medioambiente metafísico y después pasan, como son a veces algunos consabidos mensajes producto de la mediumnidad, que desean por un mensaje, sabe Dios de quién, cambiar el rumbo de las cosas y que nunca lo consiguen. El mundo nunca ha cambiado por un mensaje mediumnímico; lo hacen cambiar otras cosas.
Ya todos saben, que nosotros no nos llevamos por ningún tipo de mensaje mediumnímico, aunque diga venir de las más altas esferas o encumbrados maestros. Cada vez que un Maestro se ha querido comunicar con nosotros, lo ha hecho en cuerpo tangible y visible, sin el artificio dudoso de la mediumnidad. La mayoría de los mensajes mediumnímicos son producto de la mente del que los canaliza, y esto, por lo general se lee en el contenido, que es producto de una soberbia y a veces hasta de una disparatada ignorancia. Nosotros, en toda nuestra instrucción, nunca nos hemos llevado por canalizaciones, ni mensajes, ni contactos, ni mensajeros de ningún tipo; sino por la razón, el sentido común, la sensatez y la comprobación.
Surgieron por allí unas personas con la información, de que dos seres que trabajan en sanación espiritual con la terapia de “respuesta espiritual”, les llegó la información, a través de una canalización, de que la palabra “invocación” tiene una connotación que procede de lo oculto y, por lo tanto, no debe ser utilizada en ningún tratamiento o decreto que sea de luz; y han hablado sobre esto, haciendo la sugerencia de cambiar dicha palabra por otras de significado parecido, pero alegan que nuestros facilitadores no les han hecho caso. Por supuesto que no les van hacer caso ahora, ni les van a hacer caso nunca. No somos tan ignorantes para ello. Nosotros casi nunca le damos energías a estos asuntos de mensajes, ni los contestamos; lo que sucede es que algunos estudiantes nuevos necesitan que se les expliquen algunas cosas, esto era pertinente explicarlo y ahora procedo. La palabra “INVOCACIÓN” está más que correctamente bien usada, y para esto pueden referirse a la “Real Academia Española” que es por quien nosotros nos guiamos certeramente en el uso de nuestra lengua castellana. “Invocación” es una palabra que nosotros empleamos; proviene del latín “invocatĭo” que se define como la acción y efecto de invocar, la palabra o palabras con que se invoca. “Invocar” proviene del latín “invocāre”, que es demandar ayuda mediante una súplica vehemente. Esto exactamente es lo que nosotros hacemos cuando invocamos.
Nosotros, como metafísicos, hemos sido fundados y nos sostenemos por las Enseñanzas más certeras de los Maestros Ascendidos, y si esta palabra no se debiera usar, deberían primero que nada írselo a decir al actual Director del Concilio de Shamballa, el Maestro Djwal Khul –el que más sabe sobre los Rayos, de todos los Maestros–, que ha lanzado al mundo y sostiene la “GRAN INVOCACIÓN”, precisamente con la palabra “INVOCACIÓN”, la que ha entregado a la humanidad para acelerar su desarrollo evolutivo. Esta Invocación que fue dada en abril de 1945, desde entonces ha sido traducida a más de setenta y cinco idiomas y se ha designado al 11 de junio como el Día de la Gran Invocación. Y esta “invocación”, con la palabra “invocación”, la usa el Señor Maitreya, que es el actual Buddha de la tierra.
Que osadía la de ciertos médiums, decir que la palabra “Invocación” no se debería usar cuando los Maestros que precisamente son de “Sabiduría”, la usan. Esta es una palabra por excelencia utilizada por casi todas la religiones desde tiempos inmemoriales. ¿Va a venir ahora un mensajito de un médium a querer cambiar una palabra que se usa mundialmente y hasta se halla registrada en la Real Academia Española?
No hay nada de malo en decir la palabra “Invocación”; síganla usando ahora más que nunca. Esta palabra sólo es peligrosa para las “energías siniestras” que desean que la humanidad no siga INVOCANDO las fuerzas de la LUZ, porque la oscuridad desaparecería. ¿Se entiende lo que se proponen los que dicen que no se use la palabra invocación?